sábado, 1 de noviembre de 2025

"Antología poética" de Wislawa SZYMBORSKA



Título
: "Antología poética" 

Autor: Wislawa  SZYMBORSKA 

Editorial: Visor Libros  

Temática: Poesía  

Nº de páginas: 120  

Sinopsis 
El libro recoge parte de la obra de Wislawa Szymborska, una poesía que se escapa a clasificaciones y tendencias, una poesía al margen de movimientos literarios, centrada en el milagro de la cotidianeidad, en la constante sorpresa que motiva, con un lenguaje comprensible, ajeno tanto al patetismo como al sentimentalismo, del que la ironía es a menudo la piedra de toque; una poesía repleta de preguntas —no de respuestas—, con el escepticismo y la duda como ejes centrales y permanentes, una duda que se refleja en dos palabras fundamentales: «no sé». 

Este volumen permite al lector adentrarse en un universo que como pocas veces concita el aplauso generalizado y justifica un Premio Nobel de Literatura.


El autor
Prowent, (actual Kórnik, Polonia  1923     -     Cracovia (Polonia),  2012
Escritora y Premio Nobel polaca 1996, considerada una de las voces más originales de la poesía contemporánea de su país. 

Nació en un pueblo de la provincia de Pozman, pero se trasladó, junto con su familia, en 1931, a Cracovia, lugar al que siempre ha estado ligada.

Su primer libro publicado fue "Busco la palabra" (1945), pero no empezó a conseguir reconocimiento literario hasta la aparición, en 1952, de su poemario "Por eso vivimos", que fue seguido de "Preguntas planteadas a una misma" (1954), ambos en la línea historicista propia del realismo socialista imperante en ese momento, fruto de su admiración por el poeta ruso Vladimir Maiakovski y del rechazo a los horrores de la ocupación nazi en Polonia. 
A partir de 1956, se desarrolla en Polonia, como en otros países del área soviética, un sentimiento nacionalista en el que participan activamente muchos intelectuales que buscan una vía para condenar y superar todo lo que fue el periodo stalinista.  Szymborska opta por una reflexión personal e intimista que le devuelva un equilibrio espiritual. En esta línea escribe "Llamada a Yeti" (1957) que es un ajuste de cuentas con su propio dogmatismo anterior. La crítica vio en el Yeti a Iósiv Stalin. 

Le siguen "Sal" (1962), en la que se plantea la vida humana como parte de todo un proceso universal, escrita con un fino humor y sobriedad; y después, "Cien consuelos" (1967), "Gran número" (1976), "Gente en el puente" (1986) y "Fin y principio" (1993), en los que ya aparece perfilado su estilo intimista, irónico, paisajístico y existencialista.  

La poesía de Wislawa Szymborksa es aparentemente sencilla (siempre trata de evitar las palabras arcaicas y grandilocuentes), con una mirada filosófica profunda, que suele incluir un humor algo irónico. Utiliza la rima raras veces, aunque ha demostrado poder lograr rimas impresionantes. En sus versos, nada es superfluo, nada sobra y no se repite ni en temas, ni en símbolos, ni en fórmulas. Está considerada como una lírica impregnada de duda metódica con claras intenciones éticas, al estilo del poeta español Antonio Machado; da la casualidad que también como él, se sirve de versos cortos, estrofas clásicas y léxico común, y con estos elementos consigue unos poemas de gran hondura y fuerza.

Recibió en 1996, el Premio Nobel de Literatura  por su poesía, la cual se caracteriza por una "precisión irónica" que permite que el contexto histórico y biológico se revele en fragmentos de la realidad humana
En su discurso al recibir al Nobel, reconoció que estimaba dos pequeñas palabras: «no sé». De hecho, sus lemas de cabecera eran el de Montaigne («¿Qué sé yo?») y el de Sócrates, («Solo sé que no sé nada»). Afirmaba que el poeta, si es un verdadero poeta, tiene que repetirse perpetuamente «no sé».

También, en ese mismo discurso, afirmaba que en la vida cotidiana usamos expresiones como «la vida común», «los acontecimientos comunes». Sin embargo, en la lengua de la poesía, donde se pesa cada palabra, ya nada es común. Ninguna piedra y ninguna nube sobre esa piedra. Ningún día y ninguna noche que le suceda. Y sobre todo, ninguna existencia particular en este mundo.


Comentario
Antología poética de Szymborska que destaca por su sencillez y estilo directo, siendo este, a menudo, irónico y reflexivo. Asimismo, cabe resaltar el uso de un lenguaje coloquial y su capacidad para revelar lo insólito en los fenómenos cotidianos, encuentra lo extraordinario en lo aparentemente insignificante y diario.

Aborda temas sobre la condición humana desde un punto de vista íntimo y personal, cuestionando dogmas y verdades absolutas.

Premio Nobel de Literatura en 1996 por el conjunto de su obra, que no siendo muy numerosa, sí es destacable y muy Recomendable su lectura.

Aunque decía no escribir sobre la muerte, pues opinaba que es una de las cosas más fáciles de hacer en poesía porque despierta sentimientos y emociones fáciles, si que presenta algunos poemas sobre ella como Un gato en un piso vacío, donde Szymborska nos enseña que, frente a la muerte, todos somos un poco gatos o el poema de su propio epitafio. 

UN GATO EN UN PISO VACÍO
Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque, ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?

Trepar por las paredes.
Restregarse contra los muebles.
Parece que nada ha cambiado,
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son esos.
La mano deja pescado en el plato;
tampoco es la que lo ponía.

Hay algo que no empieza
a la hora de siempre.
Algo no sucede
como debería.
Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y de repente se fue
y se empeña en no estar.

Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la prohibición
de esparcir papeles.
¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.

Ya verá, cuando regrese,
ya verá, cuando aparezca.
Se enterará de que no son maneras
de tratar a un gato.
Se irá hacia él
como quien no quiere la cosa,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de brincos ni maullidos al principio.
*******

EPITAFIO
Aquí yace, como la coma anticuada,
la autora de algunos versos. Descanso
eterno
tuvo a bien darle la tierra, a pesar de
que la muerta
con los grupos literarios no se hablaba.

Aunque tampoco en su tumba encontró
nada
mejor que una lechuza, jacintos y este
treno.

Transeúnte, quita a tu electrónico
cerebro la cubierta
y piensa un poco en el destino de
Wislawa.

Hijos de la época poema conectado con la realidad actual: la guerra de Ucrania, el enfrentamiento entre israelíes y palestinos.
HIJOS DE LA ÉPOCA
Somos hijos de la época,
la época es política.

Todos tus asuntos, los nuestros, los vuestros;
asuntos diurnos, asuntos nocturnos
son asuntos políticos.

Quieras o no quieras,
tus genes tienen un pasado político;
la piel, un matiz político;
los ojos, un aspecto político.

Lo que dices, así suena,
lo que callas, también suena,
de cualquier forma, político.

Caminando por el bosque, por la selva,
son políticos tus pasos
sobre un fundamento político.
Los poemas apolíticos son políticos también.
y arriba brilla la Luna,
un objeto no lunático.
Ser o no ser, ésa es la cuestión.
Qué pregunta, contéstame, cariño.
Una pregunta política.
No es necesario siquiera que seas un ser humano
para cobrar importancia política.
es suficiente que seas petróleo,
forraje o materia reciclada.

O una mesa de debates sobre cuya forma
se ha discutido varios meses:
¿dónde negociaremos sobre la vida y la muerte?,
¿en una redonda o en una cuadrada?

Mientras tanto, ha muerto gente,
han muerto animales,
han ardido casas,
y se han perdido campos de cultivo,
como en los tiempos antiguos
y menos políticos

En sus poesías aparecen muchos animales. Wislawa no imaginaba la poesía sin los seres que nos acompañan en la vida: los animales, las plantas e incluso las piedras. También aparecen muchos sueños en sus poemas porque decía que escribía sobre la realidad, y los sueños son una parte de la realidad.

ALABANZA A LOS SUEÑOS
En mis sueños

pinto como Vermeer van Delft.
Hablo fluidamente griego
y no solo con los vivos.
Conduzco un auto
que me obedece.
Tengo talento,
escribo poemas largos, grandiosos.
Escucho voces
no menos que los grandes santos.
Se sorprenderían
de mi virtuosismo en el piano.
Floto en el aire como se debe,
es decir, por mí misma.
Si caigo del techo
puedo aterrizar suavemente en el verde césped.
No me es difícil
respirar bajo el agua.
No me puedo quejar:
he logrado descubrir la Atlántida.
Me complace que justo antes de morir
siempre me las arreglo para despertar.
Inmediatamente tras el estallido de la guerra
me vuelvo a mi lado favorito.
Soy, mas no necesito ser,
hija de mi tiempo.
Hace unos pocos años
vi dos soles.
Y antes de ayer un pingüino,
con toda claridad. 
*******

El poema Vietnam dónde utiliza un diálogo corto para transmitir un poderoso mensaje sobre la absurdidad de la guerra y la resiliencia humana. El mensaje principal es que, a pesar de la destrucción y la desorientación que causa la guerra, el vínculo fundamental de una madre con sus hijos permanece intacto y es lo único que tiene sentido. Las preguntas y respuestas del poema contrastan la complejidad y el sin sentido de la guerra con la simplicidad de una verdad vital

VIETNAM
Mujer, ¿cómo te llamas? – No sé.
¿Cuándo naciste, de dónde eres? – No sé.
¿Por qué cavaste esta madriguera? – No sé.
¿Desde cuándo te escondes? – No sé.
¿Por qué mordiste el dedo cordial? – No sé.
¿Sabes que no te vamos a hacer nada? – No sé.
¿A favor de quién estás? – No sé.
Estamos en guerra, tienes que elegir. – No sé.
¿Existe todavía tu aldea? – No sé.
¿Éstos son tus hijos? – Sí.
*******

En el poema Fin y principio plasma el olvido, cómo las guerras, las catástrofes acaban convertidas en un cuento, un relato cansino, que al fin acabamos por no escuchar. Solo quedan como testimonio las ruinas y el vacío de los que ya no están. Salvo que también acabarán en el vertedero, tarde o temprano. 
FIN Y PRINCIPIO
Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.


Aunque Szymborska comenta de forma optimista. El mundo, pensemos de él lo que pensemos, espantados por su inmensidad y por nuestra propia impotencia frente a él, amargados por su indiferencia a los sufrimientos – los de la gente, los de los animales, , y tal vez también los de las plantas, pues de dónde la seguridad de que las plantas están libres de sufrimiento-; pensemos lo que pensemos de sus espacios atravesados por la radiación, de las estrellas, alrededor de las cuales se han empezado a descubrir nuevos planetas, ¿ya muertos?, ¿todavía muertos?, no se sabe; digamos lo que digamos de este inconmensurable teatro para el que tenemos una entrada, aunque su validez sea ridículamente corta, limitada por dos fechas categóricas ; pensemos lo que pensemos sobre él, este mundo es sorprendente”.

El siguiente poema es un mensaje de gratitud y reconocimiento por la fuerza vital persistente del corazón que mantiene la vida en movimiento 
A MI CORAZÓN EL DOMINGO
Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.

Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.

Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.

Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.
*******

PROSPECTO
Soy un tranquilizante.
Funciono en casa,
soy eficaz en la oficina,
me siento en los exámenes,
comparezco antes los tribunales,
pego cuidadosamente las tazas rotas:
sólo tienes que tomarme,
disolverme bajo la lengua,
tragarme,
sólo tienes que beber un poco de agua.

Sé qué hacer con la desgracia,
cómo sobrellevar una mala noticia,
disminuir la injusticia,
iluminar la ausencia de Dios,
escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.
A qué esperas,
confía en la piedad química.

Eres todavía un hombre (una mujer) joven,
deberías sentar la cabeza de algún modo.
¿Quién ha dicho
que la vida hay que vivirla arriesgadamente?

Entrégame tu abismo,
lo cubriré de sueño,
me estarás agradecido (agradecida)
por haber caído de pies.

Véndeme tu alama.
No habrá más comprador.

Ya no hay otro demonio.
*******

EL VIEJO CANTANTE
Él canta hoy así: trala tra la.
Y yo cantaba así: trala tra la.
¿Oye usted la diferencia?
Y en lugar de ponerse aquí se pone aquí
y mira hacia allá y no hacia allá
aunque desde allí y no desde allí
venía corriendo –no como ahora pampa rampa pam,
sino sencillamente pampa rampa pam–
lo inolvidable Tschubeck-Bombonieri,
sólo que
quién la recuerda”.
*******