martes, 28 de julio de 2020

"El invencible" de Stanislaw LEM


Título: "El invencible"

AutorStanislaw LEM

Editorial: Minotauro

Temática: Ciencia Ficción

Nº de páginas:

Edición: 1986

Año de publicación: 1964



Sinopsis: 
El comienzo de esta novela no puede ser más corriente: la astronave El Invencible, `la mayor de las naves con que contaba la base de la constelación de Lira`, acude al remoto planeta Regis III para resolver un misterio: qué sucedió con El Cóndor, nave gemela de El Invencible desaparecida en el curso de una misión de exploración sobre el mismo planeta.

Hasta aquí, nada que se salga del tópico de tantas novelas de cf sobre amenazas espaciales. Lo que va a hacer de El invencible un libro no sólo superior a esas historias sino, en definitiva, una obra tremendamente disfrutable, es la originalidad de su autor: el `toque Lem` que aporta siempre un nuevo punto de vista, otra sensibilidad, a un tema trillado.

En un primer momento, la expedición recorrerá el planeta, en una memorable sucesión de descripciones de paisajes desérticos, sin encontrar rastro de posibles peligros. Pero tras el hallazgo de los restos de El Cóndor y los sorprendentes rastros que ha dejado su atacante, el mismo mecanismo que acabó con su gemela se pondrá en marcha para probar la supuesta condición de invencible de la nave.

Así, si la primera parte de la novela se asemeja a una investigación forense, con el intento de averiguar las causas del desastre de El Cóndor, la segunda mitad relata la lucha, por medios cada vez más sofisticados, de El Invencible contra el enemigo que le acecha. En escenas de una enorme plasticidad, comparables a los mejores pasajes de Solaris, Lem nos narra este enfrentamiento de dimensiones olímpicas entre las máquinas creadas por el ingenio del hombre y una fuerza imparable surgida, aparentemente, de una evolución de base mecánica.

Y es que el inevitable `monstruo espacial` de El invencible no es sino la combinación de un número enorme de pequeñas briznas metálicas, dotadas de la capacidad de actuar de común acuerdo, capaz de destruir cualquier artefacto mecánico por pura acumulación de billones de partículas, y de quemar los cerebros humanos por el efecto de los campos magnéticos que generan.

Enfrentada a un enemigo demasiado poderoso para ser eliminado sin destruir el planeta entero, la misión humana debe resignarse a abandonar Regis III sin resultados tangibles. Al final, es su colosal e impersonal oponente quien merece el calificativo de invencible y, por tanto, a quien está dedicado el título del libro



El autor
Leópolis (Polonia en 1939, actualmente Ucrania) 1921  -   Cracovia, 2006

Hijo único de un matrimonio de origen judío, Stanislaw Lem inició en 1939 sus estudios de medicina, que debió abandonar tras la ocupación alemana. Los Lem lograron huir del gueto, no así la mayoría de sus familiares y amigos, que terminaron sus días en el campo de exterminio de Belzec (entre 1942 y 1943 murieron gaseadas en este campo unas 600.000 personas).

Durante la Segunda Guerra Mundial, Lem trabajó como soldador y mecánico, y traficó con armas para la resistencia polaca. En 1946 se estableció en Cracovia, ciudad que ya no abandonaría. Ese mismo año publicó su primera obra, Hombre de Marte, en una revista juvenil. Dos años después, pese a sus discrepancias manifiestas con las teorías del biólogo Trofim Denisovich Lisenko, que le reportaron no pocos quebraderos de cabeza, logró terminar la carrera de medicina en la especialidad de psicología.

A la par que ejercía como médico ginecólogo, corría el riesgo de ser incorporado a filas como médico militar y abandonó la disciplina a los pocos meses; ultimó la novela realista El hospital de la transfiguración (1948), en la que relata los avatares de unos médicos en un hospital psiquiátrico de la Polonia ocupada que intentan salvar a los enfermos de un exterminio seguro. “Abrumado por el absurdo de las circunstancias”, según diría él mismo, tras esta primera incursión abandonó el realismo social para “sortear la censura estalinista” y crear ese universo personal, de impecable factura técnica, que le daría renombre internacional.

Los temas principales de Lem giran alrededor de la cibernética (de la cual era un apasionado) y de la comunicación, tanto entre humanos como con otras formas de vida. Aunque muchas de sus obras tienen un tono humorístico innegable e inimitable, en la mayoría de ellas se encierra un profundo pesimismo respecto a la condición humana, explorando disciplinas tan dispares como la psicología, la estadística, la lógica o la física.

De la pluma de Lem surgirían, sucesivamente, títulos de referencia: Los astronautas (1951) y La nebulosa de Magallanes (1955). Con Diarios de las estrellas (1957) original obra cómica con la que comienza su vena de escritor satírico, aunque siempre guardando un profundo sentido filosófico en sus obras. Además, en ella se introduce el personaje de Ijon Tichy, ese astronauta embarcado en maravillosas (y absurdas) aventuras por todo el espacio y el tiempo, y que repetiría protagonismo en otras obras posteriores.

Tras Edén (1959), vendrá su obra maestra Solaris (1961), novela que le aupará a la fama gracias al premio recibido en 1972 en el festival de Cannes por la adaptación cinematográfica realizada por Andrei Tarkovsky. Otra novela destacable es El Invencible (1964), que también trata sobre los problemas de comunicación (y comprensión) con otras formas de vida (o simplemente de existencia).

Con Retorno de las estrellas (1961) se introduce en otro subgénero: el psicológico. Esta novela trata sobre las implicaciones del aislamiento, y de la necesidad que tiene de adaptarse a una sociedad totalmente distinta un astronauta que retorna a la Tierra tras un viaje a la velocidad de la luz. Otros relatos como los recogidos en Relatos del piloto Pirx y Más relatos del piloto Pirx también se adentran en la psicología de sus personajes ante diversas situaciones a cual más desazonante.

Vuelve a la sátira más esperpéntica con Fábulas de robots (1964) y su continuación, Ciberíada (1965), que son como una especie de cuentos o fábulas en los que los protagonistas son robots, y de los que Lem se vale para criticar (veladamente) nuestra sociedad actual. En ella aparecerán también otros dos esperpénticos personajes de su obra humorística: los constructores Trurl y Clapaucio, que a su vez son robots.

La voz de su amo (1968) habla sobre la llegada de un mensaje extraterrestre que intenta ser descifrado por un grupo de científicos. A partir de ahí el autor construye una trama rocambolesca que sirve como ácida crítica del mundo científico actual.​

Dentro de su estilo satírico-reflexivo, Lem ha escrito algunas obras, como Vacío perfecto (1971) y Un valor imaginario (1973), consistentes en críticas o prólogos de libros imaginarios. Aparte de considerarse casi "experimentales", tienen el interés de descubrirnos a un Lem no solo como gran conocedor de la ciencia, sino con unas sólidas cultura y formación filósofica.

En Congreso de futurología (1971) retoma a Tichy para situarlo en un congreso de futurólogos. En Memorias encontradas en una bañera (1971) prosigue con su estilo humorístico, especialmente en la introducción, mientras que en La investigación (1959) y en Fiebre del heno (1976) toma elementos de la novela de misterio. Finalmente, Fiasco (1986) se considera su novela más reflexiva y madura.

Su obra se caracteriza por su tono satírico y filosófico. Sus libros, se han traducido a 40 lenguas y ha vendido 27 millones de ejemplares. Es considerado como uno de los mayores exponentes del género de la ciencia ficción y uno de los pocos escritores que siendo de habla no inglesa ha alcanzado fama mundial en el género.



Comentario
Excelente novela de S Lem dónde plantea la supervivencia de las máquinas enfrentadas a un ambiente totalmente hostil y hasta dónde puede llegar la evolución ciega de una especie para no perecer. Se lee fácil y rápido, el relato te atrapa y te lleva a descubrir un planteamiento original sobre el hombre y las máquinas, y pone en cuestión la arrogancia del hombre por conocer y dominar hasta lo que no comprende. Lem aporta un punto de vista nuevo sobre un tema tan trillado en la ciencia ficción.

Muy recomendable este clásico de la ciencia ficción.




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