Título: "La busca" Autor: Pío BAROJA Editorial: Caro Raggio, Madrid Temática: Nº de páginas:472 Edición: 1972 Publicación: 1904 |
Sinopsis
"La busca" es la primera novela de la trilogía barojiana "La lucha por la vida". Ciclo de novelas en las que Baroja abordó con un estilo crudo y directo, pero no exento de aventura y lirismo, la vida del lumpen y del proletariado en el Madrid bullicioso a caballo entre los siglos XIX y XX
Su protagonista, Manuel Alcázar, llega a Madrid siendo un adolescente, desempeña diversos oficios, cae en la compañía de los golfos de las afueras de la ciudad y vive como un delincuente entre ellos, hasta que logra salir adelante como un trabajador de vida ordenada, aunque con alguna recaída en la golfería (como se constatará en la segunda y la tercera novela).
La trilogía no sólo debe a Darwin su título (tomado de «El origen de las especies»), sino también parte de su concepción de la vida: una lucha en la que sólo sobreviven los mejores o los más fuertes. Y es que Baroja interpreta así su experiencia de la vida: sólo los que se aferran a un proyecto para vivir, con un sentido ajustado de la realidad, acaban saliendo adelante. Los otros sucumben, incluidos los buenos e idealistas que carecen de sentido práctico.
El autor
San Sebastián, 1872 - Madrid, 1956
Pío Baroja nació en San Sebastián en el seno de una familia acomodada, relacionada con el periodismo y los negocios de imprenta, , hermano de los escritores Carmen Baroja y Ricardo Baroja y tío del antropólogo Julio Caro Baroja y del director de cine y guionista Pío Caro Baroja.
Vivió, durante gran parte de su vida, en Madrid, donde estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre el dolor. Ejerció la profesión de médico, pero hacia 1900, tras regentar brevemente una panadería familiar, decide dedicarse a la literatura. A lo largo de medio siglo escribió casi un centenar de novelas, muchas agrupadas en trilogías, ensayos, memorias, algunas obras de teatro y un libro de poesías. |
Es una de las máximas figuras de la llamada Generación del 98, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1934, prefirió la soledad al contacto con la sociedad literaria, se definía como un «hombre humilde y errante» y «un fauno reumático que ha leído un poco a Kant».
En 1900 publicó "Vidas sombrías", libro de cuentos que fue bien recibido por la crítica. A continuación, en rápida sucesión, fue publicando: "La casa de Azgorri" (1900), "Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox" (1901), "Camino de perfección" (1902), "Idilios vascos" (1902), "El mayorazgo de Labraz" (1903).
En 1904 publicó "La busca", "Mala hierba" y "Aurora roja" (1904). Seguiría con "La feria de los discretos" (1905), "Paradox rey" (1906), "Los últimos románticos" (1906), "La dama errante" (1908), "La ciudad de la niebla" (1909), "Zalacaín el aventurero" (1909), "El árbol de la ciencia" (1911), "Las inquietudes de Shanti Andía" (1911), "Así es el mundo" (1927).
Posteriormente, agrupados bajo el título de "Memorias de un hombre de acción", se han publicado una serie de volúmenes de carácter novelesco-histórico sobre las luchas civiles de España en los primeros lustros del siglo pasado.
Su obra, que comprende más de cien volúmenes, está compuesta por trilogías, en la primera de las cuales, "La casa de Aizgorri", "El mayorazgo de Labraz" y "Zalacaín el aventurero", exalta los paisajes y la gesta de la región vascongada. En 1944 empezó la publicación de sus memorias
Antidogmático en sus ideas, apasionado en sus sentimientos, descuidado en su estilo, agrio, mordaz, paradójico, influido por Balzac, Nietzsche, Stendhal, Poe y Dickens, su personalidad creadora se impone por su fuerza de evocación y el realismo de sus personajes torturados. Con un estilo narrativo, de un realismo vigoroso y poco dado a las sutilezas, trasluciendo con frecuencia una actitud pesimista y su individualismo, lo que le permitió caracterizar con un tono pesimista y rotundo las miserias de la sociedad de su época; hábil narrador en sus novelas, compuestas de aventuras, digresiones y episodios entretenidos, destaca a menudo la fuerza de voluntad de sus personajes más sobresalientes.
En sus obras eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Su pensamiento político, no exento de ambigüedades, transitó por las simpatías por el anarquismo de su juventud, la oposición a la Segunda República y la defensa de una dictadura militar, no abandonando nunca su anticlericalismo.
Muchos consideran a Pío Baroja el más grande novelista español contemporáneo. A pesar de su diversidad de tipos y ambientes, la obra de Baroja tiene sus raíces en el problema de la acción en su relación con el pensamiento, en el divorcio entre el ideal y la realidad, y en eso es un escritor característico de la "Generación del 98".
Comentario
La novela narra la llegada desde el medio rural a Madrid de Manuel Alcázar, héroe pasivo que aceptando su condición de paria realiza las labores más degradantes para intentar salir adelante, solo para descubrir que le esperan la explotación y la miseria.
Personajes descritos con fuerza y realismo, retratando a un protagonista consciente de que sus contactos con pícaros, hampones, prostitutas y navajeros, figuras propias del entorno en que vive, le auguran una lenta caída en el mundo de la delincuencia.
El desarrollo de la trama, descrito con acierto y precisión, nos va mostrando al protagonista con una gran fuerza de voluntad, para enfrentarse al destino que le tiene reservado la sociedad, y aspirar e intentar conseguir una vida honesta y libre.
Baroja representa sin tapujos la sociedad española en el Madrid de principios del siglo XX; y lo hace genialmente. Interesante y recomendable novela.
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